miércoles, 10 de abril de 2013


Entrevista a HANS KÜNG


Por Idafe Martin, CLARIN, 10-04-2013

Tübingen, Alemania. Enviado Especial – 20/03/13

Por su interés, copio (abreviándola) esta entrevista.

Küng, nacido en Sursee, Suiza, en 1928, recibió en exclusiva a Clarín en la ciudad alemana de Tübingen, donde fue profesor de teología ecuménica durante décadas y ahora preside la “Fundación por una Ética Global… En esta entrevista, muy crítico con Juan Pablo II y Benedicto XVI, dice estar “muy feliz” por la elección del Papa Francisco, a quien pide “coraje.

¿Qué le parece la elección del cardenal Bergoglio como nuevo Papa?

Una sorpresa muy feliz porque no tenía confianza en los nombres que sonaban. Mi esperanza era que, tras la discusión, surgiera una figura similar a Juan XXIII, pero no sabía quién podía ser. Él es el hombre adecuado, que trae esperanza, evita la pompa y está cambiando el estilo de Benedicto XVI.

¿Y que haya elegido el nombre de Francisco?

Una buena señal, porque es un programa en sí mismo… que anuncia una Iglesia de servicio a todos, desde los más pobres, de simplicidad y modestia.

Francisco es el primer Papa jesuita. ¿Qué significa?

Significa que tenemos a una persona con una educación muy buena, alguien muy inteligente, muy bien formado en filosofía y teología… Y de una espiritualidad al día, de servicio al ser humano.

También es el primer Papa no europeo.

Es una buena señal porque muestra que la Iglesia ya no es eurocentrista, sino universal…

¿Qué reformas tendría que iniciar?

La pregunta es si podrá imponerse a la Curia. Jurídicamente hablando tiene todo el poder y si quiere podrá hacer muchas cosas. Pero debe usar esa autoridad para limpiar la Curia, rodeándose de la gente correcta y quitando ya a al secretario de Estado Bertone, que es un incompetente. Además, debe tener coraje y formar un gabinete de gente experimentada... Tiene que poner gente competente en los dicasterios, que se reúnan cada semana, que discutan… Y puede revisar ya la reforma “gregoriana”, que impuso el absolutismo papal, un fuerte clericalismo y el celibato. E ir hacia un sistema colegiado, del Papa con los obispos, para dejar atrás el absolutismo y abrir un debate libre sobre el celibato. Por ahora ha mostrado que puede cambiar.

¿La Iglesia necesita un nuevo Concilio?

El Papa… podría convocar un Concilio, pero no con los casi 5.000 obispos, sino con obispos que representen a sus comunidades y que sean elegidos por ellas. Se necesita un Concilio que tome decisiones con el Papa, no contra el Papa o a las órdenes del Papa.

¿Qué espera del nuevo Papa en temas de moral?

No creo que haya que adaptarse a todo, pero no debería ser demasiado rigorista…

El Papa Francisco dice que quiere una Iglesia pobre dedicada a los pobres…

La pobreza en sí misma no es un ideal. Especialmente en América Latina, lo que tiene que hacer la Iglesia es ayudar a la gente a salir de la pobreza. La Iglesia tiene que estar al lado de los pobres y el poder tiene que reconocer que la Iglesia debe protestar contra los abusos, contra la miseria.

¿Qué debería hacer respecto a la Teología de la Liberac

Algunos teólogos de la Liberación estaban demasiado fascinados por el marxismo… y hoy necesitamos democracia. La Teología de la Liberación puede servir para crear comunidades vivas, que ayuden a luchar contra la pobreza… Necesitamos comunidad, calor, emociones, el apoyo de los demás. Para eso necesitamos más párrocos, que sólo tendremos aboliendo el celibato…

¿La elección de un jesuita es una derrota para los movimientos que apoyaron y que fueron apoyados por los dos últimos papas, como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo?

supongo que el nuevo Papa no olvida que los jesuitas fueron tratados de muy mala manera, fueron humillados, especialmente por Juan Pablo II. Estoy seguro de que Francisco no es un Papa vengativo, pero tiene que tomar distancia del poder financiero del Opus Dei y de los Legionarios de Cristo.

¿Qué podría hacer para fomentar mejores relaciones con las demás religiones?

Mostrar simpatía. Después de que Benedicto XVI diera aquel desafortunado discurso en Ratisbona (donde relacionó Islam y violencia), los musulmanes dijeron “no le gustamos”. Fue lo opuesto a Juan XXIII, quien desde el principio mostró que amaba a los judíos, que los aceptaba como hermanos. Y debería reconocer lo que une a cristianos, musulmanes y judíos, incluso a hinduistas y confucianos…

 

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