jueves, 26 de julio de 2012


Recensión aparecida en el Boletín bibliográfico Textos y Contextos. Universidad Carlos III de Madrid



SANGRE      Francisco Asensi ADG-N, Valencia 2012, 416 pp.

 El título previsto originalmente para este libro, y que describe el contenido mejor que el actual su contenido, es "Sangre: el sagrado experimento del Opus Dei". Esta novela pertenece a lo que, a primera vista, calificaríamos de un best-seller. Pero, en este caso, un bestseller de calidad. Como hacía Umberto Eco con los monasterios medievales en El nombre de la rosa, el autor, rigurosamente documentado, con su peculiar ingenio y un impresionante trabajo que apenas se nota, construye toda la trama de su novela con ese carácter semiológico y alegórico que esclarece y diagnostica lo que es la realidad de nuestra sociedad, que busca sentido y respuestas por caminos equivocados y antidemocráticos. Importa señalar de entrada que su autor es en estos momentos un reconocido escritor, con varios libros ya publicados en prestigiosas editoriales, que han gozado de buenas ventas. Curiosamente, esta vez ha tenido que acogerse al coraje editorial de ADG-N Libros, por una extraña situación: esta obra, que se acabó de escribir a comienzos de marzo de 2007, ya ha sido publicado en Alemania, Polonia y Rumania en sus correspondientes traducciones, pero ha necesitado más de cinco años para que una editorial española asumiera el riesgo de publicar el texto original.

 Surge entonces, de manera inevitable, la pregunta siguiente: ¿a qué se debe esta incomprensible anomalía, cuando se trata de una novela de muy grata lectura, fruto de la fina labor de escritura de un profesional competente, siempre bien informado como corresponde a quien también es un escrupuloso historiador de sólida formación académica, pero que es capaz de expresarse con la soltura de un virtuoso novelista, en obras con elementos de ficción, muy entretenidas ciertamente, en las que suele hablar de problemas que conoce a fondo y desde dentro, y en las que desea no sólo atrapar al lector, sino informarle también y plantearle cuestiones, a menudo de temas teológicos y eclesiásticos? Por aquí podríamos encontrar pistas para una posible respuesta a este largo silencio forzado, a esta publicación tanto tiempo reprimida, pues no en balde se atreve a tocar “el sagrado experimento del Opus Dei”.

 Pero no se trata de maledicencias eclesiásticas ni de rencores con la curia romana o con arzobispados hispanos. No hay que reducir los múltiples planos de esta creación literaria, ya que ni es fácil ni debemos encasillar con violencia e injusticia manifiesta esta novela de Francisco Asensi. ¿Es un thriller, una novela policíaca, una prédica religiosa o una informativa recopilación de datos sobre las reliquias, o sobre la historia del arte y la arquitectura del cristianismo europeo? Puede que sea, en efecto, una extraña y acertada combinación de toda esta suerte de métodos y de géneros literarios. Me atrevería a apuntar que estamos sobre todo ante una novela teológica, en el sentido que le daba Borges a esta disciplina: la teología es la rama más excelsa de la ciencia ficción.

 Demos cuatro indicaciones o brochazos generales del eje de la trama: el inspector Mazeres, un experto en sectas y crímenes religiosos, es requerido una noche con urgencia. Se ha perpetrado un robo sacrílego en el monasterio madrileño de la Encarnación. Así comienza la novela. Pero lo que parece un simple latrocinio, nada diferente de otros casos en los que ese policía ha intervenido, se convierte en un robo muy complejo y misterioso. ¿Por qué los ladrones eligieron el convento madrileño de la Encarnación? Sobre el pavimento, esparcidos ordenadamente aparecen cientos de relicarios de gran valor, y sólo falta uno: el de san Pantaleón. ¿Por qué, entre tantas valiosas reliquias, robaron la que contenía una cápsula de vidrio con la sangre de este santo? La selección que han hecho esos inquietantes ladrones no parece ser accidental. El inspector confirmará esta tesis al encontrar en un túnel oculto a un hombre que tiene una esvástica tatuada en su brazo. ¿Está vinculado el robo a una secta nazi madrileña? Las preguntas y las sospechas se multiplicarán aún más cuando Mazeres sea apartado del caso por sus superiores, que desean silenciar lo ocurrido. Intrigado, el inspector decidirá iniciar una investigación por su cuenta, ayudado por su compañera sentimental y un par de colegas avispados...

 El lector quedará cada vez más enganchado en esta historia y sus sorprendentes meandros. ¿Qué relación tienen con este robo las SS de Himmler? ¿Para qué fines se necesitaba el relicario que contenía la sangre de San Pantaleón? Poco a poco conoceremos los secretos de la tixotropía de ciertas reliquias y seguiremos con apasionamiento el análisis del cuadro ”El Jardín de las Delicias” de El Bosco, uno de los máximos tesoros del Museo del Prado; descubriremos los extraños símbolos que encierra, relacionados con antiguas sectas religiosas, según las fascinantes interpretaciones de determinados historiadores del arte.

 Toda la novela está escrita de manera muy dinámica, sugerente y honesta. Vale la pena señalar que Francisco Asensi estudió teología e historia y documenta muy bien sus escritos, facilitando precisas informaciones sobre lo que se esconde detrás de algunas instituciones religiosas, amantes del secretismo. El autor utiliza la investigación del inspector Mazeres para descubrir la influencia del Opus Dei en el desarrollo social y religioso del mundo católico. Describe la rigurosa educación en las escuelas de la Obra, la férrea disciplina y la obediencia incondicional a que están sometidos sus miembros. Una y otra vez se refiere a los esfuerzos sin escrúpulos del Opus por alcanzar el poder político y religioso, incluso, si es necesario, a través de la cooperación de aliados dudosos. ¿Por qué las autoridades eclesiásticas tratan de encubrir los crímenes cometidos por personas estrechamente vinculadas con el Vaticano? No es la fe cristiana la que está en el centro de esta crítica, sino aquellos miembros de tales organizaciones religiosas que se han corrompido por el poder y la ambición.

 Queremos insistir en que la información que nos proporciona la novela no ralentiza la acción ni entorpece el seguimiento de las peripecias de la trama, pues por mucho que nos genere una especie de adicción atractiva para seguir leyéndola, la misma escritura y las intervenciones de los personajes obligan al lector a detener la lectura y dedicar unos momentos a la reflexión.

Al igual que en su anterior novela Sombras sobre el Vaticano (1999), también en Sangre (2007) Francisco Asensi parece adelantarse a los Vatileaks que ahora están tan de actualidad.

 Joan B. Llinares








No hay comentarios:

Publicar un comentario