A propósito de la partícula de Higgs

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Martínez Camino, ha dado su bienvenida a tal descubrimiento.

Entre otras palabras dice:

"Nos viene bien que se hable de Dios, del origen del por qué existe algo. A esa pregunta, la física nunca podrá dar respuesta del todo", ya que "la física no tiene medios específicos para escuchar a Dios". En este sentido, el obispo auxiliar de Madrid ha explicado que la física puede dar respuestas sobre "las cosas que se puede medir y pesar, y el amor no se puede medir y pesar, por eso no es objetivo de la física". "Y el amor infinito del que todo procede tampoco es objeto de la física, sin embargo esa es la razón de que existe algo. Dios es amor y ha sacado de la nada todas las cosas. Por amor", ha concluido.

 De todo el mundo es conocida la apertura de ideas de la Iglesia y, sobre todo, de la Conferencia Episcopal. Desde esa perspectiva, sospechosa, yo me hago las siguientes preguntas:

1.- ¿Piensa que el concepto de Dios es unívoco, y que, cuando se habla de Dios, todo el mundo se refiere al dios “inventado” por la Iglesia católica?
2.- ¿Defiende el creacionismo? ¿Sigue ad pedem literae la Biblia, como los neocons?
3.- ¿Piensa que sólo “ellos” (los obispos y el papa infalible) tienen los sofisticados instrumentos imprescindibles para escuchar la voz de Dios?
4.- ¿Piensa que sólo la Iglesia puede conocer, interpretar y discernir qué es el amor humano? ¿Tan expertos son en ciencias humanas?
5. ¿Está seguro que el amor divino del que todo procede (que no es objetivo de la física) lo aclara mejor la “ciencia teológica”?

Leyendo estas declaraciones, me ha venido a la cabeza una frase que se le atribuye al jesuita Rahner: “la mitra es el apagavelas de la ciencia”.
Pues eso, monseñor: ¡apaga y vámonos!