martes, 24 de julio de 2012

A propósito de San Pantaleón

El Arzobispado de Madrid informa —a través de su Servicio de Información— que la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación abrirá sus puertas el próximo jueves, 26 de julio, a los numerosos fieles que acuden, con motivo de la fiesta de San Pantaleón, a venerar las reliquias del mártir. Así, desde las 17,00 horas quedará expuesta a la devoción popular la ampolla con la sangre del santo, que siempre y todos los años está en estado líquido en su fiesta.
A las 19,00 y a las 20,30 horas de esa misma tarde se celebrará una Eucaristía. Además, cada media hora, durante toda la tarde, se dará a besar a los fieles la reliquia de un hueso del santo, que se guarda también en el relicario del Monasterio. En la mañana del viernes 27 de julio, festividad de San Pantaleón, las puertas del templo del Monasterio de la Encarnación se abrirán desde las 7,45 hasta las 14,00 horas, por la mañana, y desde las 17,00 hasta las 22,00 horas por la tarde. A las 8,00, a las 10,00 y a las 12,00 horas, así como a las 19,00 y a las 20,30 horas, se celebrará la Santa Misa. Durante los dos días habrá confesores para atender a los fieles que deseen reconciliarse en el sacramento de la Penitencia. San Pantaleón, médico, murió mártir el viernes 27 de julio del año 305.

Mi novela “SANGRE” comienza, precisamente, el día 25 de julio, en vísperas de la festividad del santo, cuando se produce el robo sacrílego de la reliquia. En el capítulo 5 se pormenoriza toda esa ceremonia de la licuación. Desde aquí, animo a los que viven en Madrid o a los que se encuentren de paso por la capital a que se acerquen a presenciar ese “milagro”.
No sólo los católicos son fervientes devotos (crédulos) de estos acontecimientos “sobrenaturales”. Himmler y muchos nazis también lo fueron. Durante la Segunda Guerra Mundial, una legión de arqueólogos y científicos alemane se dedicaron en cuerpo y alma, con toda seriedad, a la búsqueda del sagrado grial…

¿Oficiales de las SS estuvieron en el monasterio de la Encarnación, como narra mi novela? ¿Fueron ellos los que remplazaron la ampolla de la sangre de San Pantaleón por la ampolla de la supuesta sangre de Cristo, dejándola así camuflada y a buen recaudo? ¿Tenía Himmler  intención de clonar a Jesús? Muchas son las preguntas que yo lanzo. Como novelista, debo dar verosimilitud a los hechos que relato; pero es cosa de los historiadores responder con objetividad histórica.

En mi novela SANGRE, quien tenga la ocasión o paciencia de leerla, encontrará  preguntas que yo mismo me planteo, y que propongo a la consideración del benévolo lector. Y una seria reflexión sobre el Opus Dei, como exponente de un intento de desnaturalizar el Evangelio de Jesús. No puedo detenerme en este punto porque desvelaría la trama y el suspense de la novela. Otros análisis sobre el Opus Dei, puede que sean más ordenados, más matizados, más respetuosos, etc. pero no creo que yo, a ese respecto, sea menos riguroso. Por añadidura, eso sí, más divertido y entretenido.

Este no es un artículo (ni siquiera un miniartículo) al estilo convencional. Pienso, sin embargo, que puede servir para romper el ritmo de las cuestiones trascendentes, sentarse un rato, distraerse, recrearse, y, si hay ocasión, acercarse al monasterio madrileño a ver cómo se licúa la sangre de San Pantaleón…

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