Maravillas de la
crisis
Por Javier Marías
(El País semanal, domingo 8 de julio 2012)
En este artículo, no sin una buena dosis de
humor (¿negro?), el autor trata de hacernos ver las posibles ventajas que nos
pueden traer la crisis y la recesión. Me parece estupendo; y recomiendo su
lectura. Espigo algunas frases para abrir boca.
* La actitud entre
despreciativa, acobardada e inepta de Rajoy y las tonterías infinitas de sus
ministros sin excepción…
* El panorama se
ve tan lúgubre que con algo hay que animarse… alguna bendición acarreará
consigo.
* ¿Se imaginan un
país en el que la corrupción y el robo no estuvieran ya bien vistos?
* Es triste que
sólo ahora los votantes empiecen a rebelarse contra los abusos, los
despilfarros, las comisiones sin cuento, las financiaciones ilegales y los
gastos privados cargados al erario público.
* ¿Se imaginan un
país en el que se pidieran cuentas de las obras y construcciones arbitrarias y
superfluas…?
* ¿Se imaginan un
mundo en el que nos niños no fueran pijos casi desde su nacimiento?
* ¿Y una prensa
sin periodistas envenenadores y sobornados, a los que ya no podría comprarse?
* ¿Unas
televisiones sin lenguas estúpidas y viperinas…?
Por la visto, desde la más remota antigüedad,
los hombres se volvieron estúpidos y consintieron corrupciones, como las que
ahora sufrimos.
Recuerdo que en la Biblia (valioso libro que
recoge historias), Dios no encontró un solo justo para salvar a Sodoma y
Gomorra. En otro pasaje, se nos dice que Dios se arrepintió de haber creado al
hombre, y envió el diluvio para acabar con él… ¡No tenemos remedio! Apenas
salido el pueblo de Israel de Egipto, los israelitas se olvidaron de Moisés y
de sus tablas de la Ley y se fabricaron un dios a la medida de su codicia: el
becerro de oro.
Volvamos a Javier Marías. Al final de su
artículo, escribe:
Sentirse menos
burro equivale a sentirse menos indefenso ante las adversidades, y el que aún
no se haya dado cuenta de eso es porque es burro con deliberación.
Amén.
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