martes, 19 de marzo de 2013


Interpretando las palabras del papa Francisco
Esta mañana he escuchado en TV13 al obispo Reig interpretar eso de “Quería que la Iglesia fuera de los pobres y para los pobres”.
Pensaba yo que lo que dijo el papa estaba clarísimo. ¡Pues no! La Iglesia de los pobres hay que entenderla en un sentido espiritual (descafeinado, para entendernos), desde la perspectiva de que ¡todos somos pobres pecadores! Con exégesis “espiritualista” como esa, poco habremos adelantado. Menos mal que hoy, en su homilía, el papa ha vuelto a insistir. No hay más sordo que el que no quiere oír. ¡Cuántos oídos sordos va a encontrar este papa, si no se encuentra con cosas peores! Yo me pregunto, ¿Se limitarán los obispos españoles solo a cambiar sus cruces pectorales y a utilizar ornamentos más sencillos, puesto que eso parece ser lo que ahora se lleva en Roma…?

2 comentarios:

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  2. No es lo mismo predicar que dar trigo.
    Vamos a concederle al nuevo Papa los acostumbrados 100 días de cortesía que se otorgan a quienes acceden a un cargo de importancia y veamos después que clase de trigo y cuanto se reparte.

    Efectivamente del fragmento de la homilia que reproduzco no parece deducirse ninguna interpretación espiritual. ¡Ya veremos!

    "Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar."

    Enrique Herrero

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