La Iglesia Católica, ¿una banda de criminales?

 

Acabo de leer el articulo “UNA BANDA” de Rosa Montero (El País 4 junio 2013).

Sus reflexiones vienen sugeridas por el caso de Beatriz, la salvadoreña de 22 años, embarazada y muy enferma (cruel relato de horrores), a quien el Tribunal Constitucional de su país le ha negado la posibilidad de abortar. De solución indecente, la califica la articulista. Sin embargo, para Rosa Montero, todavía es mucho más cruel la actitud de la Conferencia Episcopal de El Salvador que se ha felicitado por el fallo de los jueces y ha mantenido todo el tiempo una radical oposición a la operación. ¿Son sádicos estos obispos? ¿Dónde han aprendido actitud tan “compasiva”?, me pregunto.

Ese fanatismo feroz que salva un feto sin cerebro y mata a la madre es la antítesis del humanismo cristiano. Lo peor es que el Vaticano no ha desautorizado a estos obispos…

Me encanta que Rosa Montero haya distinguido y contrapuesto jerarquía católica (que a menudo ejerce un poder retrógrado y abusivo) e Iglesia de base integrada por muchos católicos decentes y maravillosos y curas y monjas heroicos que se dejan la piel trabajando en lugares terribles y que mejoran el mundo calladamente.

Esperemos que el papa Francisco tome buena nota y restituya a la Iglesia el rostro misericordioso de Jesús, en estos tiempos horrorosamente desnaturalizado.