sábado, 4 de mayo de 2013


A PROPOSITO DEL PAYASO BEPPE GRILLO


Valentí Puig, licenciado en Filosofía y Letras, periodista, colabora con diversos medios de comunicación. Hoy (4.mayo.2013) nos referimos al artículo “Regeneración o antipolítica” que publica en El País.

Lo ha escrito con sorna y una pizca de irritación. Comienza así: “En algunas peluquerías unisex se están acicalando los y las aspirantes a ser el Beppe Grillo de la España del desahucio y la desconfianza… harán un argumentario contra la Europa de Ángela Merkel, el sistema de partidos y el euro… irán más allá de la panacea universal de las listas abiertas y de cualquier hipótesis de recuperación económica. Ponga un Beppe Grillo en su vida y toda empeorará…”

Y sigue: “De calar eso en las clases medias, el riesgo es de importancia… la kermesse populista avanzaría como un espectro expansivo… la escora precipitada de las clases medias podría alterar el sistema bipartidista y propiciar en las respectivas elecciones nacionales la ingobernabilidad por fragmentación… Se saldrá de la crisis en uno u oro momento, pero si los partidos políticos no regeneran su presencia y su dinámica, habrá Beppe Grillo incluso en época de vacas gordas… Si la eurozona acierta en los nuevos rumbos, la peluca del payaso Beppe Grillo aparecerá cualquier día en un museo de los horrores…”

 Yo me pregunto: Concedamos que los beppe-grillos sean un hatajo de payasos, ¿y qué son algunos políticos que se sientan en las Cortes si no farsantes, sin ideas ni criterio propio, papagayos que repiten la voz de su amo…? Por lo menos podríamos “probar” un cambio. De perdidos al río. Y otra pregunta: ¿Es que fuera del bipartidismo no hay salvación?

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A la vez que a Valentí Puig, he leído la entrevista que Carmen Pérez-Lanzac ha hecho a Jack A. Goldstone, profesor de Política de Washington. Copio solo este párrafo:

“… muy pocos políticos se identifican con la clase media. A muchos de ellos les fue muy bien en los años del boom, se hicieron amigos de empresarios y empezaron a ver el mundo con sus ojos… Los ricos siguen acumulando riqueza y es un problema urgente, porque están ahogando a la clase media. Pensaba que los políticos harían algo enseguida para equilibrar, pero no. ¡Es hora de despertar de esta pesadilla”.

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