martes, 27 de agosto de 2013

España, una, grande y corrupta


POR QUÉ NO SE HUNDE ESPAÑA

 José Juan Toharia lo tiene claro. Basta echar un vistazo al 5º Barómetro de Confianza Institucional realizado por Metroscopia para El País entre el 15 de junio y el 12 de juliio de 2013

¿Qué mantiene en pie, pese a todo, a la Sociedad Española, tan intensamente decepcionada con sus instituciones políticas, tan castigada por el desempleo, tan desconcertada, tan pesimista y tan carente de liderazgos?

José Juan Toharia encuentra una respuesta evidente: España se mantiene en pie (a pesar de los políticos y sus partidos; los bancos; Gobierno, patronal, obispos; los sindicatos, etc.), gracias a la sociedad civil (instituciones públicas y privadas, que contribuyen al bienestar común). El papel estelar corresponde a las pequeñas y medianas empresas.

Las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos son, precisamente, aquellas entre las que se encuentran las que el Gobierno peor ha tratado:
1.- los médicos de la Sanidad Pública
     los investigadores científicos
2.- las PYMES
3.- la Guardia Civil
     los profesores de la Enseñanza Pública
4.- la Policía
5.- las Universidades
     las ONG
6.- Cáritas (obra social de la Iglesia)
7.- las Fuerzas Armadas
8.- la Administración Pública en su conjunto
9.- los servicios sociales de los Ayuntamientos
10- el Príncipe de Asturias

 Las peor valoradas, en una clasificación decreciente (del 1 al 26); son:
20.- las multinacionales
21.- los sindicatos
22.- el parlamento
23.- el Gobierno
        la patronal
        los obispos
24.- los bancos
25.- los partidos políticos
26.- los políticos

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 Quiero aportar a este breve y magnífico artículo mis observaciones personales:

1.- Los políticos y sus partidos son lo que los ciudadanos (resignados y ¡hartos!) peor valoran. Los políticos son parte sustancial de nuestro grave problema. Nada nuevo.

2.- La regeneración profunda y urgente que necesita este país no la pueden llevar a cabo los actuales políticos y sus partidos. ¿Cómo podrían hacerlo quienes, precisamente, han sido la causa (por acción u omisión) de tal corrupción generalizada?

3.- Es curiosísimo constatar que en el puesto de los peor valorados vayan de la mano: Gobierno + la patronal + los obispos. Quizá los ciudadanos tienen la percepción de que son lo mismo. ¿Distintos perros con los mismos collares?

4.- Es muy significativo que los ciudadanos eviten meter en el mismo saco a obispos y curas de las parroquias. Mientras de los curas tienen una opinión bastante favorable (los sitúan en el número 14), despachan a los obispos al pelotón de los peor valorados. El papa Francisco tampoco tiene una gran opinión de los obispos católicos. Basta con leer las directas y las indirectas que les hace en sus constantes amonestaciones. “Los Obispos han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan "psicología de príncipes". ¡Que tengan olor a oveja! Si esto lo ha dicho hablando en general, ¿qué diría de nuestros obispos, pongamos por caso, de Rouco, Reig, Camino…? ¿Hay alguno de nuestros obispos que no tenga psicología de príncipe? ¿Hay alguno que haya renunciado a su palacio y se comporte como una persona normal, como un hombre de verdad? Que venga Diógenes con su lámpara a ver si lo encuentra

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