miércoles, 1 de agosto de 2012

 En la crisis que padecemos, el lenguaje se metamorfosea.

He aquí, a modo de ejemplo, tres frases que he leído:
* Cuando oímos decir: déficit público,  se refiere al robo indiscriminado de los políticos.
* Cuando de alguien se dice: nunca le gustó trabajar, se quiere decir que se metió a político.
* Cuando el Gobierno habla de restruturación, se refiere a despidos masivos.
Etcetera.

 ¿Es esto demagogia o la expresión del  hartazgo   de la gente?

Todo lo que les molesta, los políticos de uno u otro color, lo califican de demagogia. Cuando, según la definición,
"Demagogia es el uso político de halagos, promesas para conseguir el favor del pueblo; la manipulación deliberada para ganarse a alguien".

¿Cómo calificar, pues, el desgobierno (desgobierno corrupto) que nos ha traído a esta crisis sin precedentes,y que ahora quieren cargar sobre nuestras espaldas, robándonos nuestros derechos?

¿Se habrá visto mayor cinismo y desvergüenza que empezar por los más pobres y desvalidos?

La Generalitat de Cataluña, ya ha marcado la pauta...

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