lunes, 8 de octubre de 2012

A propósito del impuesto eclesiástico

A finales del pasado mes de septiembre, saltó la noticia de que los católicos alemanes que hagan apostasía y dejen de pagar el impuesto eclesiástico no podrán participar en los sacramentos de la Iglesia. Así lo decidieron sus obispos y así lo han sentenciado los tribunales civiles.
Si vuelvo sobre esta noticia es porque estoy releyendo el librito EL ELOGIO DE LA LOCURA de Erasmo; y me encuentro (parágrafo 60) con este comentario que viene como anillo al dedo.

“Porque estos obispos (alemanes) han abandonado sin más el culto, las bendiciones y demás ceremonias para dedicarse a vivir como sátrapas… Por eso, los curas de a pie consideran pecado desdecir de la santidad de sus prelados, y hay que ver cuán aguerridamente defienden su derecho a los diezmos con espadas, dardos piedras y toda clase de armas; cómo agudizan la vista para sacar de la pobre gente y obligarle a pagar algo más que el diezmo. Nunca, sin embargo, reparan en los muchos textos que hablan del servicio que deben prestar al pueblo”

El problema ya viene de muy antiguo, ¡¡por lo menos desde el siglo XVI!!

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