Una vez más: LA IGLESIA ROMANA ES MACHISTA
En mi comentario anterior
“La Iglesia Romana es machista” (5 de Agosto) afirmaba: No se pueden poner
puertas al campo ni compuertas al río de la vida. Si las mujeres se lo
propusieran, la Iglesia Católica cambiaría radicalmente o saltaría por los
aires, hecha añicos. No hablaba por
hablar. Ya han aparecido en Estados Unidos “brotes
revolucionarios”; esta vez a cargo de monjas
respondonas, que preocupan seriamente al Vaticano. Esas monjas respondonas pertenecen a la
Conferencia de Dirección de Mujeres religiosas (LCWR) que suponen el 80% de las
religiosas de EE.UU. es decir unas 45.600 de un total de 57.000. Cifra
demasiado significativa como para que se lo tomase muy en serio el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación
de la Fe-Ex Santo Oficio (puesto en ese cargo inquisitorial por Ratzinger),
quien reprochó a esas religiosas su “falta
de apoyo a las enseñanzas de la Iglesia”. ¿Falta de apoyo a la Iglesia-Pueblo de Dios, donde todos son iguales y no hay cargos de poder
sino de servicio, o falta de apoyo a la Jerarquía
eclesiástica, integrada por obispos y toda clase funcionarial en comunión
con esa antievangélica y obsoleta teocracia cuyo epicentro es el Vaticano?
En
ese contexto de mujeres católicas que levantan la voz, habrá que escuchar y comprender
a Sor Lucía Caram.
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Sor Lucía
Caram (Tucumán, 1966) es monja de clausura en Manresa, pero se pasa el día en
la calle, en la tele, la radio o Twitter, donde tiene 21.000 seguidores. “Mi claustro es el
mundo”. Hay en ella algo parecido a una revolución. Siente repelús por las
estructuras de la Iglesia, no le gusta
el autoritarismo, no acata órdenes absurdas. Está encantada con el nuevo
Papa.
Contemplativo es el que contempla. Y
nadie lo hace tanto como yo… No puedes ver que la gente llora y sufre y
quedarte de brazos cruzados. El mensaje del Evangelio nos implica. No solo en
un claustro cerrado se puede contemplar. Hoy más que nunca, Dios se manifiesta
entre la gente. Mi claustro es con ellos.
El papa Francisco es fantástico. Nadie se lo esperaba en una Iglesia que
estaba tan agarrotada. Y él lo está poniendo todo patas a arriba, cosa que nos
viene muy bien. Se está cargando las estructuras y está entrando el aire
fresco. ¡Por fin! Si tiene gestos
contundentes y hace una limpieza a fondo, le estaremos muy agradecidos.
Será su gran legado. ¿Un papa socialista? Yo creo que es un Papa cristiano. Si el socialismo es hacer una opción
preferencial por los más pobres y la justicia de forma insobornable, pues es
comunista si quieres. Pero a mí los ismos me dan miedo…
¿Mis
jefes? A veces me llaman a la
prudencia. Pero no hay prudencia que valga. De mi opción no me expulsan. Cuando lo has dado todo y no tienes nada
que perder, pues que vengan a por mí. ¿Qué me van a hacer? ¿Me van a echar?
¿Y qué van a conseguir?
Los púlpitos ahora son Twitter o Facebook. Las iglesias están vacías. El problema es cuando los curas hablan
horas para dos personas. Con 140 caracteres es suficiente… Algunos dicen que
las redes sociales son las cloacas. Pero todo está en el corazón de las
personas y en el uso que se haga de ellas.
¿Existe el mal? Existe la negación del bien. El Papa tiene una frase que
me gusta: pecadores sí, corruptos no. La
corrupción es la negación del bien, de la bondad, de la belleza. La fe auténtica
y el deseo de lo absoluto… A eso unos le llaman Dios y otros Justicia. Hoy la
gente dice: espiritualidad sí, religión
no. Ha sido identificada como un
aliado del poder opresor. No es compatible servir a Dios y al dinero.
(Resumen del
artículo de Daniel Verdú.
El País 18 Agosto 2013)
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