Ha tenido que ser, como no, la
ministra de Empleo y Seguridad Social la que nos ha sorprendido con otra de sus
ocurrencias. La
señora Báñez ha propuesto crear un Buzón de Denuncias para que
cualquiera, convirtiéndose en chivato,
pueda denunciar a su vecino si se entera de que está cobrando el paro y está
trabajando, o que está cobrando la baja por enfermedad y continúa trabajando, etc.
En fin todo lo que suponga un fraude laboral. Esto va a posibilitar que los ciudadanos
se espíen unos a otros y, mientras tanto, se olviden de los verdaderos problemas que les
acucian: la bajada de salarios y pensiones, el desempleo, el copago sanitario,
aumento de las tasas universitarias, reducción de becas etc. etc.
El buzón de la señora Bañez no se abre para denunciar a
aquellos que tienen barco, coche de gama alta y una buena residencia y no pagan
la Seguridad Social. Estos quedan exentos, que para eso son de los suyos. Esta
desafortunada ocurrencia de la señora Bañez
demuestra que el Gobierno ha perdido totalmente el rumbo (¿Acaso lo tenía?), y
va dando palos de ciego (Palo y tentetieso para los de siempre). Todos sabemos
que ese problema no se soluciona con chivatos
sino que basta con aumentar el
número de inspectores. Pero claro, eso sería hacer bien las cosas y la
señora Báñez ya ha demostrado hasta
la saciedad que no sabe. La señora Báñez
ha hecho méritos más que sobrados para que el presidente Rajoy la cese pero, como todo el mundo sabe, un “buen” político debe rodearse de mediocres
para que, en medio de tanta mediocridad, la suya aparezca como lumbrera.
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