A propósito de ARTUR MAS,
PRESIDENT DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA
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¿De veras el presidente Pujol es un símbolo
de Cataluña? ¿Un símbolo moral? ¿De
veras que desmitificar este símbolo resquebraja la sociedad catalana? ¡No exageremos,
por favor! Son los hijos del president Pujol los primeros que, con sus conductas poco honorables, le han
removido la peana.
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El señor Mas, victimista, altivo,
me recuerda (mutatis mutandis) aquel príncipe del que nos habla Nicolás
Maquiavelo.
“Hay que comprender bien que un
príncipe, y especialmente un príncipe nuevo, no puede observar todas aquellas
cosas por las cuales los hombres son considerados buenos, ya que a menudo se ve obligado, para conservar el
Estado, a obrar contra la fe, contra la caridad, contra la humanidad, contra la
religión. Es menester que tenga el ánimo dispuesto a volverse según que los
vientos de la fortuna y las variaciones de las cosas se lo exijan, y a no
apartarse del bien, mientras pueda, sino a
saber entrar en el mal, cuando hay necesidad”.
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