Recensión
aparecida en el Boletín bibliográfico Textos y Contextos. Universidad Carlos
III de Madrid
SANGRE Francisco
Asensi ADG-N, Valencia 2012, 416 pp.
El título previsto originalmente para este libro, y
que describe el contenido mejor que el actual su contenido, es "Sangre: el
sagrado experimento del Opus Dei". Esta novela pertenece a lo que, a primera
vista, calificaríamos de un best-seller. Pero, en este caso, un bestseller de
calidad. Como hacía Umberto Eco con los monasterios medievales en El nombre de la rosa, el autor,
rigurosamente documentado, con su peculiar ingenio y un impresionante trabajo
que apenas se nota, construye toda la trama de su novela con ese carácter semiológico
y alegórico que esclarece y diagnostica lo que es la realidad de nuestra
sociedad, que busca sentido y respuestas por caminos equivocados y
antidemocráticos. Importa señalar de entrada que su autor es en estos momentos
un reconocido escritor, con varios libros ya publicados en prestigiosas
editoriales, que han gozado de buenas ventas. Curiosamente, esta vez ha tenido
que acogerse al coraje editorial de ADG-N Libros, por una extraña situación:
esta obra, que se acabó de escribir a comienzos de marzo de 2007, ya ha sido
publicado en Alemania, Polonia y Rumania en sus correspondientes traducciones,
pero ha necesitado más de cinco años para que una editorial española asumiera
el riesgo de publicar el texto original.
Surge entonces,
de manera inevitable, la pregunta siguiente: ¿a qué se debe esta incomprensible
anomalía, cuando se trata de una novela de muy grata lectura, fruto de la fina
labor de escritura de un profesional competente, siempre bien informado como
corresponde a quien también es un escrupuloso historiador de sólida formación
académica, pero que es capaz de expresarse con la soltura de un virtuoso
novelista, en obras con elementos de ficción, muy entretenidas ciertamente, en
las que suele hablar de problemas que conoce a fondo y desde dentro, y en las
que desea no sólo atrapar al lector, sino informarle también y plantearle
cuestiones, a menudo de temas teológicos y eclesiásticos? Por aquí podríamos
encontrar pistas para una posible respuesta a este largo silencio forzado, a
esta publicación tanto tiempo reprimida, pues no en balde se atreve a tocar “el
sagrado experimento del Opus Dei”.
Pero no se
trata de maledicencias eclesiásticas ni de rencores con la curia romana o con
arzobispados hispanos. No hay que reducir los múltiples planos de esta creación
literaria, ya que ni es fácil ni debemos encasillar con violencia e injusticia
manifiesta esta novela de Francisco Asensi. ¿Es un thriller, una novela
policíaca, una prédica religiosa o una informativa recopilación de datos sobre
las reliquias, o sobre la historia del arte y la arquitectura del cristianismo
europeo? Puede que sea, en efecto, una extraña y acertada combinación de toda
esta suerte de métodos y de géneros literarios. Me atrevería a apuntar que
estamos sobre todo ante una novela teológica, en el sentido que le daba Borges
a esta disciplina: la teología es la rama más excelsa de la ciencia ficción.
Demos cuatro
indicaciones o brochazos generales del eje de la trama: el inspector Mazeres,
un experto en sectas y crímenes religiosos, es requerido una noche con
urgencia. Se ha perpetrado un robo sacrílego en el monasterio madrileño de la
Encarnación. Así comienza la novela. Pero lo que parece un simple latrocinio,
nada diferente de otros casos en los que ese policía ha intervenido, se
convierte en un robo muy complejo y misterioso. ¿Por qué los ladrones eligieron
el convento madrileño de la Encarnación? Sobre el pavimento, esparcidos ordenadamente
aparecen cientos de relicarios de gran valor, y sólo falta uno: el de san
Pantaleón. ¿Por qué, entre tantas valiosas reliquias, robaron la que contenía
una cápsula de vidrio con la sangre de este santo? La selección que han hecho
esos inquietantes ladrones no parece ser accidental. El inspector confirmará
esta tesis al encontrar en un túnel oculto a un hombre que tiene una esvástica
tatuada en su brazo. ¿Está vinculado el robo a una secta nazi madrileña? Las
preguntas y las sospechas se multiplicarán aún más cuando Mazeres sea apartado
del caso por sus superiores, que desean silenciar lo ocurrido. Intrigado, el
inspector decidirá iniciar una investigación por su cuenta, ayudado por su
compañera sentimental y un par de colegas avispados...
El lector quedará cada vez más enganchado en esta
historia y sus sorprendentes meandros. ¿Qué relación tienen con este robo las
SS de Himmler? ¿Para qué fines se necesitaba el relicario que contenía la
sangre de San Pantaleón? Poco a poco conoceremos los secretos de la tixotropía
de ciertas reliquias y seguiremos con apasionamiento el análisis del cuadro ”El
Jardín de las Delicias” de El Bosco, uno de los máximos tesoros del Museo del
Prado; descubriremos los extraños símbolos que encierra, relacionados con
antiguas sectas religiosas, según las fascinantes interpretaciones de
determinados historiadores del arte.
Toda la novela
está escrita de manera muy dinámica, sugerente y honesta. Vale la pena señalar
que Francisco Asensi estudió teología e historia y documenta muy bien sus
escritos, facilitando precisas informaciones sobre lo que se esconde detrás de
algunas instituciones religiosas, amantes del secretismo. El autor utiliza la
investigación del inspector Mazeres para descubrir la influencia del Opus Dei
en el desarrollo social y religioso del mundo católico. Describe la rigurosa
educación en las escuelas de la Obra, la férrea disciplina y la obediencia
incondicional a que están sometidos sus miembros. Una y otra vez se refiere a
los esfuerzos sin escrúpulos del Opus por alcanzar el poder político y
religioso, incluso, si es necesario, a través de la cooperación de aliados
dudosos. ¿Por qué las autoridades eclesiásticas tratan de encubrir los crímenes
cometidos por personas estrechamente vinculadas con el Vaticano? No es la fe
cristiana la que está en el centro de esta crítica, sino aquellos miembros de
tales organizaciones religiosas que se han corrompido por el poder y la ambición.
Queremos
insistir en que la información que nos proporciona la novela no ralentiza la
acción ni entorpece el seguimiento de las peripecias de la trama, pues por
mucho que nos genere una especie de adicción atractiva para seguir leyéndola,
la misma escritura y las intervenciones de los personajes obligan al lector a
detener la lectura y dedicar unos momentos a la reflexión.
Al igual que en su anterior novela Sombras sobre el
Vaticano (1999), también en Sangre (2007) Francisco Asensi parece adelantarse a
los Vatileaks que ahora están tan de actualidad.
Joan B.
Llinares
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