¿Es
progresista el nuevo Papa?
Esa es la cuestión que se plantea (y nos plantea)
Coral
Bravo, Doctora en Filología,
en su artículo aparecido el 26/09/2013 en elplural.com que nosotros transcribimos extractado.
… “Jamás
he sido de derechas”, dijo el Papa Francisco en una entrevista, provocando
una lógica reacción de optimismo generalizado…
En los últimos días, en la misma tónica de
ofrecer unas apariencias de austeridad y de ponderación… ha hecho unas
declaraciones inauditas y sorprendentes en el contexto de imprecación a los
fieles que asistían a su misa: “El
dinero es el excremento del diablo, nos hace idólatras y nos corrompe”. E
insistió en su homilía en el enorme daño que hace a las personas el desorbitado
afán por ganar dinero.
En realidad, este tipo de afirmaciones suelen ser
bastante frecuentes en los discursos del clero… Pues bien, me temo que si el
papa Francisco no es de derechas, y si, además, es consciente de que el
desorbitado afán por el dinero corrompe a las personas, se ha equivocado
radicalmente de organización en que militar y que liderar… Porque la Iglesia católica, no es que haya sido
siempre y siga siendo de derechas, es que siempre ha sido y sigue siendo de extremísima derecha. Por centrarnos sólo
en la historia reciente, ha apoyado
totalitarismos sanguinarios en los países de su órbita, ha apoyado abusos,
genocidios, dictaduras. Ha sido cómplice
del nazismo, del franquismo, del fascismo italiano. Ha colaborado con los
horribles crímenes de los utasha croatas. Apoyó en estrecha alianza a Pinochet,
a Videla, Somoza, Trujillo, Batista, y sus terribles matanzas, consideradas
como los grandes genocidios del siglo XX. En España actuó igualmente en
estrecha alianza con la dictadura
franquista y alentó la persecución y el fusilamiento de demócratas, ateos, librepensadores
y progresistas…
¿Cómo se
atreven a demonizar, de cara a la galería, el dinero y el poder que representa,
cuando la Iglesia católica es una de las mayores fortunas del planeta? *Porque
firman concordatos con los gobiernos de su órbita para recabar cantidades
ingentes de dinero de los presupuestos generales correspondientes.*Porque
inscriben a su nombre todos los bienes públicos que pueden, y algunos también
que no pueden (hace escasos meses pagó treinta euros al registro cordobés de la
propiedad por inscribir a su nombre la Mezquita de Córdoba, por ejemplo); *porque
incitan continuamente a donaciones, colectas, transmisión de herencias,
concesiones de suelo por parte de gobiernos y ayuntamientos. *Porque cobran por
visitar los miles de monumentos histórico-artísticos que han hecho suyos y
deberían ser del patrimonio nacional, de los que, por cierto, no pagan un euro
en impuestos ni en mantenimiento ni en reformas, sino que lo pagamos los
ciudadanos de a pie. *Porque recaban inmensas cantidades de dinero público para
obra social que se lleva a cabo sólo en apariencias y de cara a la galería. *Porque
sólo en España, en una época en que la gente se está suicidando por perder su
casa, en que un 20% de los niños sufre de malnutrición, en que hay seis
millones de parados, se han asegurado una donación anual del Estado de más de
11.000 millones de euros. Tan austeros, ellos.
Sentenciaba Cervantes
en El Quijote, refiriéndose implícitamente a la Iglesia de su época, que “Nada es lo que parece, amigo Sancho”,
alentando a sus lectores al análisis y al conocimiento previos en que debería
basarse cualquier creencia o convicción, y no en la superstición y la
ignorancia que algunos identifican con la palabra fe… Y estoy segura de que, de
haber vivido Cervantes en nuestra época, hubiera seguido incitando a lo mismo;
a no creer en las palabras vanas sin
constatar su veracidad con los hechos. Porque el conocimiento proviene del
escepticismo, de la duda, de la investigación, la constatación y la evidencia,
no de ninguna creencia irracional… Sería yo la primera en alegrarme de que el
nuevo Papa fuera realmente moderado y progresista. Pero me temo que es harto
difícil. No nos creamos las palabras si
no van acompañadas de hechos.
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