De la moral sexual a la
"revolución" social
* La entrevista que el
Papa Francisco ha concedido al jesuita
Antonio Spadaro ha dado la vuelta al
mundo. Los medios de comunicación dan buena cuenta de ella. Hay que leerla. Solo
haré hincapié en dos puntos.
* Durante
los últimos 34 años (pontificados de Juan
Pablo II y de Benedictino XVI)
la Iglesia Jerárquica (no las Iglesias de bases) ha girado en torno a la moral sexual, convertida en verdadera obsesión.
El Papa sabe que la Iglesia Católica está anquilosada, que tiene que deshacerse cuanto antes de su rigorismo y
ponerse al día; por eso arremete contra la
obsesión sexual de algunos obispos: "No
podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al
matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos… no es necesario estar
hablando de estas cosas sin cesar".
[Recuérdese, como botón de
muestra, las enfermizas declaraciones del obispo
Reig].
* El papa Francisco revisará la moral
católica: Desde el preservativo, a las relaciones prematrimoniales, pasando
por las parejas gays o los divorciados vueltos a casar. Eso sí, poco
a poco, para no provocar a los talibanes católicos, que también los hay.
* El papa Francisco reconoce también que esa Iglesia Jerárquica ha arrinconando
a sabiendas la dimensión humana y social
del Evangelio. “Quisiera que la
Iglesia fuera pobre y de los pobres”,
dijo desde el comienzo de su pontificado. Es la vuelta al mensaje fundamental del Evangelio: una Iglesia
samaritana, pobre y comprometida con los pobres. Se trata de vivir la pobreza,
experimentarla, compartirla, no de teorizar
sobre ella [eso de “teorizar” ya lo
hacen, y muy bien, los del Opus Dei,
los Legionarios de Cristo, entre
otros]. Desde el primer
momento de su pontificado, la opción
preferencial por los pobres ha sido su reto, su compromiso. El papa ha puesto el listón muy alto; y eso le
honra. Veremos si se lo dejan cumplir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario