UN
PUENTE ENTRE DOS PAPAS
Este miércoles 13 de marzo, bajo ese título, Lola Galán, enviada especial del periódico
El País en Roma, relata el papel que Georg
Gäswein, el secretario de Benedicto XVI, va a jugar en el futuro inmediato:
“… es
evidente que Gäswein puede ser el eslabón de unión, una especie de emisario entre el nuevo papa y el papa emérito… Mientras
que los cargos principales de la curia decaen con el papa, el prefecto de la Casa Pontificia permanece
Y el hecho de que el nombramiento de Gäswein se produjera en diciembre pasado,
cuando Ratzinger había decidido ya renunciar al ministerio papal indica que su
intención era dejar bien instalado en la curia a su secretario”
“…Como empleo (prefecto de la Casa Pontificia)
no está mal. Y sobre todo, permitirá a Gäswein mantener en contacto a los dos
papas de una manera que inquieta a algunos en el Vaticano”
El jueves 7 de marzo escribía yo mi artículo
RATZINGER,
¿UN PAPA EN LA SOMBRA?
Reproduzco un fragmento de mi artículo.
3- Ratzinger el 7 de
diciembre de 2012 nombró a Georg Gänswein, su leal secretario, Prefecto de
la Casa Pontificia, y el 6 de enero de 2013 lo consagró arzobispo ¡Qué
prisas! ¿Qué comporta ese cargo? La Prefectura prepara cuanto se refiere a
todas las audiencias, privadas, especiales, generales, y a las visitas de las
personas admitidas a la presencia del Sumo Pontífice. Asimismo dispone lo que
se refiere a las ceremonias pontificias, a los Ejercicios Espirituales del
Santo Padre, del Colegio Cardenalicio y de la Curia Romana. Es decir, monseñor Gänswein (“le beau
male”, como le aclaman sus admiradores) se convierte en un estrecho lazo (un cualificado correveidile de ida y vuelta)
entre Ratzinger y el nuevo papa. Benedicto
XVI no estaría tan aislado del mundanal Vaticano y tan alejado del nuevo
papa, como se nos ha querido vender.
Me alegra de que mis elucubraciones no fuesen tan
desencaminadas
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