El estruendoso
silencio de los Obispos y clérigos ante esta crisis que padecemos.
“No hay dinero en las arcas
públicas para pagar servicios”, fue el patético grito del Ministro de hacienda,
Cristóbal Montoro, ante Las Cortes españolas para que aprobasen el mayor
recorte de la democracia. Implica un ajuste de 65.000 millones de euros,
reducción de la prestación por desempleo, paralización de ayudas a personas
dependientes, bajada del sueldo a funcionarios, eliminación de paga de Navidad
y una subida del IVA…
Los desahucios por orden de los bancos de decenas de miles de
familias por impago de la hipoteca… gentes en la noche a las puertas de los
grandes almacenes para rebuscar en los desperdicios… Más de cinco millones de
personas sin trabajo. Y lo más terrible, miles de niños que se acuestan sin
cenar ante la desolación de sus padres.
Y en este clamor de los ciudadanos causa pavor el
estruendoso silencio de los Obispos y clérigos cristianos ante esta crisis que
padecen, sobre todo, los más débiles, los niños, los ancianos, los
enfermos, los dependientes, los desempleados, los enfermos crónicos… Pero, ¿qué
ocurre?
La iglesia católica recibe, en España, al año unos 10.000 millones
de Euros del Estado central, autonómico y local…
La Iglesia recibe asignaciones directas de millones para centros
suyos; sueldos de profesores de religión; sacerdotes y clérigos; para
patrimonio inmobiliario; para capellanes castrenses, de prisiones y de
hospitales… y un sin número de privilegios por causa de unos Acuerdos con el
Vaticano de 3 de enero de 1979 que reemplazaban al anacrónico e
inconstitucional Concordato. El actual modelo
constituye una anomalía en el entorno de la Unión Europea.
La ciudadanía va a explotar. El Gobierno tiene que decretar la
denuncia de los acuerdos con el Vaticano, y mientras se sustancian en Las
Cortes, suspender esos sueldos, privilegios, imponer el Impuesto
sobre Bienes Inmuebles y gravar los cuantiosos envíos de dinero a las casas
madres en Roma por las órdenes religiosas, perseguir el
paraíso fiscal de muchos españoles en la Banca vaticana
Extracto del artículo de:
José Carlos García Fajardo. Profesor Emérito
de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)
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