Desalojo en la catedral de La Almudena.
La policía entra en la catedral (los templos siempre fueron lugares inviolables de asilo) para echar a la fuerza a los que se habían encerrado para protestar contra los "desahucios de los bancos".
Jesús echó a los mercaderes del templo. El cardenal Rouco se pone de parte de los mercaderes y echa los pobres. En el Evangelio que lee el cardenal no debe constar la parábola del buen samaritano.
Jesús se dirigió a la gente y les dijo "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas (Mateo, 23)
Jesús debió de ser "un indignado" de su tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario